viernes, 8 de junio de 2012

ARTÍCULO: Las funciones del museo y su reflejo en el sistema DOMUS.


LAS FUNCIONES DEL MUSEO Y SU REFLEJO EN EL SISTEMA DOMUS
por Ramón Ferreres
El presente artículo forma parte del proyecto final realizado para el curso de Museología de la Universidad de Alcalá de Henares.
La fuente de información principal son los materiales didácticos facilitados por la universidad para el seguimiento del curso.


Las funciones básicas del museo son 5 : Acopio, conservación, investigación, documentación y difusión; independientemente de que alguna de ellas pueda agruparse en un mismo departamento.

La novedad del sistema Domus es que permite registrar dos procesos de documentación: la documentación del fondo o registro del proceso vital de la pieza y la documentación de fondos administrativos y museológicos.
La documentación del fondo, a su vez,  tiene tres momentos: el de ingreso, el de control de fondos y el de gestión administrativa de los fondos.

A continuación describiremos a grandes rasgos la estructura funcional del sistema DOMUS, para a continuación mostrar como queda reflejada cada una de las funciones, profundizando así en su estructura funcional.
Analizaremos las funciones y su papel de forma separada. Primero en lo que respecta al proceso documental del fondo. Después nos referiremos a los fondos administrativos y museológicos.

Las funciones y su reflejo en el proceso de documentación del fondo:

            La función de documentación se refleja en diferentes momentos. Es clave en el primer momento, el ingreso de fondos, en el que produce la documentación correspondiente al registro en el libro de preingresos o en el de ingresos no registables ( o temporales). También interviene en el momento inmediatamente posterior, correspondiente a la primera fase del proceso de control de fondos – conservación y catalogación-, en el cual se inscriben, en los libros de registro, las piezas que ingresarán definitivamente en el museo y dependiendo de su titularidad se inscribirán en diferentes Bases de Datos: de la colección permanente, de los depósitos estatales y de los depósitos de otras titularidades. Vemos por tanto, como resulta un total de 5 libros de registro.
El departamento de documentación intervendrá también en en la segunda fase del control de fondos, correspondiente a la conservación y catalogación. En este caso, se interrelacionará en el proceso con la función de investigación y conservación. Su papel será simple, en comparación con el de los otros dos departamentos. Se limitará a documentar gráficamente la pieza. Esta documentación quedará vinculada a la ficha de inventario.-catálogo (luego hablaremos de este instrumento). Además rellenará las fichas de inventario, con la ayuda del departamento de investigación.  Esto encuentra su explicación en que el numero de registro coincide con el número de inventario ( más adelante nos referiremos a las fichas de inventario en tanto que serán también de catalogo).
El proceso de Gestión de fondos, la tercera y última fase del proceso documental del fondo,  implica también al departamento de documentación. En la mayoría de museos se encarga de esta tarea,  que implica principalmente la gestión de movimientos, aunque dependiendo de como se organice puede realizarlo también el de conservación. Existe una base de datos para movimientos internos y otra para movimientos externos. Los internos pueden ser a largo plazo si el destino es el almacén o exposiciones permanentes o temporales; o a largo corto plazo si van a conservación o investigación. Los externos registran la salida de piezas fuera del museo y requieren, como veremos, informes de restauración y/o investigación.

            La función de investigación entra en escena una vez el departamento de documentación ha documentado el fondo ingresándolo. Ahora será principalmente el departamento de investigación quien catalogará el fondo (con la ayuda del de documentación como hemos visto, y del de conservación, como veremos más adelante). La catalogación consiste en la elaboración de fichas de inventario, que permiten la recuperación de información secundaria, y de fichas de catálogo,  soporte de la información principal. Esta ficha de inventario-catálogo  es el instrumento clave dentro del sistema Domus ya que es a la vez, como hemos visto, un instrumento para identificar y localizar la pieza y acceder y recuperar la información secundaria de cualquier departamento  y también un contenedor básico de la información relativa a la pieza. Los campos de inventario los rellenaran los documentalistas, como hemos comentado, con la ayuda de los investigadores, ya que éstos campos además de los números de ingreso e inventario, contienen una clasificación genérica del objeto, así como su descripción científica: dimensiones, material del que se componen, técnicas empleadas para su elaboración y aspectos de identificación histórica tales como firmas, inscripciones o marcas. En lo que respecta a los campos como ficha de catálogo, son rellenados exclusivamente por los investigadores ya que contienen información relativa a su contexto cronológico y cultural, su función y requieren también de una clasificación científica razonada. Como vemos, se trata de un análisis cientifico-cultural del objeto. Una de las funciones básicas de los investigadores en el museo. El museo en la actualidad sigue llevando a cabo funciones de investigación, siempre que éstas, como vemos en este caso, sirvan al resto de funciones del museo. Hay que remarcar también que las fichas de inventario-catálogo, remiten no solo a los fondos propiamente museográficos, sino también a fondos documentales y bibliográficos. Existen por tanto, tres bases de datos con fichas de inventario-catálogo.
La función de investigación en el proceso de control de fondos, no se reduce a la elaboración de fichas de inventario-catálogo. Puesto que Domus rompe la unidad al usar el número de inventario (se corresponde al de ingreso y registro como hemos visto) en el caso que objetos de un mismo contexto entren en días diferentes, se hace necesario que exista un instrumento que recupere esta unidad. Este es el campo de conjuntos museográficos y documentales, mediante el cual los investigadores podrán otorgar a los diferentes lotes un mismo número que los vuelva a unificar.
Todo lo expuesto demuestra que la investigación ocupa un peso clave en el proceso de control de fondos. Su intervención en momentos posteriores, como el proceso de gestión de fondos, es muy testimonial al reducirse a la elaboración de informes de investigación necesarios para movimientos externos de las piezas.

            La función de conservación aparece reflejada en Domus en la segunda fase del proceso del control de fondos: el de catalogación. Además de las tareas concernientes a los departamentos de documentación e investigación, que ya hemos descrito, el de conservación ha de elaborar en este momento un análisis del estado de conservación en el que se encuentra la pieza que acaba de ingresar en el museo.
Están ligadas a las fichas de inventario-catálogo. Reflejará tanto los materiales y su estado de conservación, las instrucciones para su correcta manipulación y los tratamientos a que haya sido sometido. Vemos aquí como los principales principios   que rigen la función de conservación aparecen documentados en la ficha de inventario-catálogo. También constará de un número de expediente correspondiente a un movimiento interno a corto plazo, si ha sido llevada al laborario de restauración. En un sentido similar , al elaborar informes de restauración también se ve implicado en el tercer momento de la documentación del fondo, el correspondiente a la gestión administrativa de estos. Éste requiere de la redacción de informes de restauración, como ya hemos avanzado, para movimientos externos. Normalmente el encargado de la gestión de fondos y movimientos es el departamento de documentación (como hemos visto), pero según el organigrama del museo, también puede encargarse el de conservación.


Las funciones  y su reflejo en el proceso documental de fondos administrativos y museológicos:
Hasta ahora hemos explicado el primero de los procesos que registra Domus, el de la vida de la pieza, pero a su vez, Domus, y, esta es su gran ventaja, también registra todas las actividades y funciones llevadas a cabo en los distintos departamentos. Se trata de fondos secundarios tanto museológicos como administrativos. Estos fondos se guardarán en la Base de datos de cada departamento y en una general llamada Archivo Administrativo, en la que se reflejarán la totalidad de las funciones.
Cada actividad generará un número de expediente en la base de datos Archivo Administrativo, que irán engrosando todos los documentos que se vayan generando por dicha actividad, manteniendo así la unidad  característica del sistema Domus. El número de expediente se forma indicando tanto el departamento que lo lleva a cabo (número de serie), como el objetivo - podríamos asimilarlo a función - más concreto del departamento (número de subserie).
La practicidad de este sistema se refleja en que todas las bases de datos son accesibles desde la base de datos administrativa. La base de datos de inventario-catálogo está integrada en esta base de datos administrativa y desde ella, los distintos departamentos podrán extraer información referente a informes de investigación o restauración, exposiciones donde ha estado la pieza, etc

Este Archivo Administrativo reflejará en las series correspondientes las diferentes funciones del museo por departamentos, ya que a cada departamento le corresponde una serie. Las subseries irán deglosando estas funciones. Algunas de estas funciones coinciden con las que se desarrollaron al documentar la vida de la pieza en el proceso documental del fondo. Es lo que ocurre por ejemplo en la serie de documentación en el que aparecen los ingresos en los diferentes libros de registro, ya sean fondos museográficos, documentales o bibliográficos; así como los diferentes movimientos internos y externos a los que ha sido sometida la pieza. La serie de conservación muestra dos subseries correspondientes a sus dos grandes funciones: conservación preventiva y restauración. La serie de investigación también muestra funciones que se desarrollan en la fase de documentación del fondo, como los informes para justificar movimientos y para elaborar la ficha de catálogo. Aparecen también funciones nuevas como los proyectos de investigación o aquellas referentes a servicios destinados a investigadores.
La novedad en el Archivo Administrativo es que es el primer momento en que aparece reflejada la función de difusión. Aparecen reflejadas sus distintas funciones. Se registran en esta base de datos desde publicaciones hasta documentación generada por el museo. Aparecen como es lógico estudios de público, evaluaciones y otros informes relacionados con la difusión; así como documentación referente a actividades paralelas como congresos o conferencias.



Las restantes series del Archivo Administrativo son la de dirección, subdirección y administración. No son funciones en si, pero son necesarias para la coordinación entre las diferentes funciones que hemos descrito.

            El sistema Domus no solo refleja las funciones, sino el alto grado de interrelación que se de entre ellas y eso teniendo en cuenta que está relación sólo se establece desde el punto de vista documental, aunque normalmente, dado que todas las actividades del museo deben quedan documentadas, podemos decir que las muestra casi todas.
La gran novedad y ventaja de Domus es, como puede verse en lo expuesto hasta el momento,  que favorece el intercambio de información entre los diferentes departamentos y funciones, así como el rápido acceso a la información desde cualquiera de ellos. El alto grado de interrelación funcional en el museo es en gran parte posible gracias a sistemas de documentación como Domus.
Este hecho es posible gracias a que Domus perfecciona los sistemas de documentación anteriores, adaptándolos a las actuales necesidades funcionales del museo. El sistema de expediente o contextual tenía el problema que los diferentes departamentos, a excepción del de documentación, no podían recuperar la información que volcaban en las bases de datos. El sistema catalán solucionaba este problema al disponer cada departamento de un archivo propio, pero en cambio su sistema de registro descontextualizaba la pieza. Con Domus, gracias a la ficha de inventario-catálogo que hemos explicado,  ambos problemas quedan solucionados al permitir  que cada departamento tenga su propio archivo sin que por esto pierda la pieza su contexto documental.

La interacción funcional que requiere el museo en la actualidad sería mucho más complicada sin una herramienta de gestión como Domus. El trabajo en equipo de los diferentes departamentos es así mucho más fácil. Uno de los principales peligros es que los departamentos tengan tan delimitadas sus funciones que ésto impida que interaccionen con el resto. El caso opuesto es igual de peligroso, ya que la participación de muchos departamentos en una misma tarea suele provocar una dilatación innecesaria en el tiempo. Ya hemos comentado a este respecto que, aunque  diferentes departamentos trabajen en diferentes tareas, siempre ha de haber uno que lleve la iniciativa.
El actual modelo de gestión Horizontal que caracteriza a los museos de nuestro país, difícilmente podría funcionar correctamente sin esta herramienta. De hecho, el mismo reglamento que consagra este organigrama, es el que plantea la necesidad de un sistema documental como Domus.

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